HISTORIA

    El nombre de nuestra localidad  parece ser que surge por situarse un primer asentamiento de la misma en un antiguo villar o resto de un poblado anterior, por lo que este topónimo se usó para nombrar al lugar justo al que hace alusión el color pardo del terreno: “villar pardo”, que posteriormente podría haber generado el nombre actual de Villalpardo. Existe también una posibilidad y por la cual se puede pensar que los antiguos moradores del primer asentamiento fueran gentes oscuras de piel, lo que coloquialmente podríamos llamar “pardos”, todo ello producto del mestizaje de población autóctona y árabe. Según nuestra opinión este echo es lo que efectivamente hizo que se designara con ese nombre a nuestro pueblo, ya que  como se puede comprobar el color de la piel de la gran mayoría de las personas de nuestra localidad es mas bien oscura y al igual también podemos fijarnos en la gran cantidad de personas con un apellido que desciende principalmente del árabe como es “López”

    La historia de nuestro pueblo se encuentra ligada en la historia, como casi todos los pueblos de la comarca, a Iniesta, villa a la que perteneció hasta el año 1729, por tanto, su término comparte avatares históricos de las poblaciones y civilizaciones más antiguas.  


    En su término municipal y limítrofes se han encontrado diferentes restos arqueológicos que atestiguan la existencia de pobladores en las distintas etapas cronológicas, desde la Edad del Bronce, con las famosas pinturas rupestres  en el río Cabriel, pasando por la cultura ibérica, que tuvo su centro neurálgico en la ciudad de Ikalesken, actual Iniesta, y por la dominación romana de todo el territorio, pasando a integrarse en la provincia Cartaginense, hasta la invasión musulmana. Ha sido esta tierra una zona fronteriza por la que pasaron huestes y ejércitos, comerciantes y vendedores, carreteros y viajeros, que fueron dejando su huella. Se dice que en la rambla llamada de Pero Yoma hubo un castillo que nombran las Relaciones Topográficas de Felipe II en Iniesta, castillo que pudo servir de asentamiento a la población musulmana en sus idas y venidas de conquista y reconquista.


    Hasta el siglo XVIII, la historia de Villalpardo como anteriormente hemos citado ha estado unida a la de la villa de Iniesta, de la que al final consiguió segregarse junto a la actual Villarta durante el reinado del rey Felipe V, en el año 1729, pasándose a denominarse “Villa de Villalpardo y Casas Alquerias de Villaharta”), separándose en posteriores años y pasando a ser las actuales localidades de Villalpardo y Villarta. Es precisamente ese momento histórico de separación de la villa de Iniesta el de más convulsión local derivado de la propiedad de los terrenos de labor que se compraron o se cambiaron por tierras de barbecho a Iniesta, iniciándose igualmente un contencioso muy duro para resolver sobre la propiedad del Sitio de Consolación, mucho más cercano al pueblo de Villalpardo que al de Iniesta, y haciendo de este litigio una verdadera lucha política entre pueblos y con ello también entre el poder real y eclesiástico.

    El siglo XIX fue consolidando el trazado urbanístico actual, aumentando su población y estabilizándola, aunque sin llegar a tener ningún tipo de predominio o papel preponderante entre sus pueblos vecinos.

    En la actualidad, metidos de lleno en el siglo XXI, el pueblo de Villalpardo y sus gentes se encuentran inmersos en un nuevo concepto de desarrollo rural capaz de generar expectativas para un futuro estable y mejor de todos sus habitantes, haciéndolo sostenible con el medio ambiente y compatible con el bienestar delmodus vivendi de hoy.